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Infraestructura Verde (IV)

Infraestructura Verde (IV)

La Comunicación de la Comisión Europea número 249 del 6 de mayo de 2013 “Infraestructura Verde (IV) – Mejora del Capital Natural de Europa” (EU-EC, 2013)”, define la Infraestructura Verde como “una red estratégicamente planificada de áreas naturales y seminaturales y de otros elementos ambientales, diseñada y gestionada para proporcionar una amplia gama de servicios ecosistémicos. Se incorporan espacios verdes (o azules si se trata de ecosistemas acuáticos) y otros elementos físicos en áreas terrestres (incluidas las costeras) y marinas. En el medio terrestre, las IVs están presentes en entornos rurales y urbanos”.

A nivel local estas “redes” pueden estar formadas por un conjunto de elementos de diferente tamaño y nivel de calidad ambiental: no solo Parques Naturales y espacios protegidos, o zonas de alto valor natural, sino también pequeños bosques, humedales, cuerpos de agua, setos, prados, extensas zonas agrícolas, amplios jardines, etc. Estos componentes interactúan entre sí para crear un sistema, una red capaz de cumplir diferentes funciones y brindar múltiples beneficios a la población, especialmente si se ubica en un entorno urbano y periurbano, donde viven la mayoría de las personas y la densidad de población es mayor.

En contraste con los enfoques de la infraestructura «gris», que sirven a un solo objetivo, la IV promueve la «multifuncionalidad», es decir, la misma área puede cumplir múltiples funciones y proporcionar múltiples beneficios si sus ecosistemas se encuentran en un estado saludable. Más concretamente, las IVs tienen como objetivo mejorar la capacidad de la naturaleza para ofrecer una amplia gama de valiosos Bienes y Servicios Ecosistémicos. Por tanto, la creación de IVs aumenta la calidad y funcionalidad del territorio con efectos positivos, también desde el punto de vista económico, mediante la prevención y reducción de daños y costes de restauración debidas la inestabilidad hidrogeológica y medioambiental y, por promover inversiones que sean capaces de dinamizar, fortalecer y asegurar estas actividades en el tiempo.

Esta estrategia tiene como objetivo fomentar un desarrollo más sostenible y eficiente mediante el manejo de los recursos disponibles, favoreciendo el uso del limitado espacio europeo de manera coherente, inteligente e integrada.

A este respecto, la Comunidad Europea da algunos ejemplos.

Usar la naturaleza en lugar del aire acondicionado y… ahorrar dinero.

A menudo, el centro de las ciudades es más cálido que sus alrededores debido a la ausencia de vegetación y al aumento de superficies asfálticas y cementadas que reducen la humedad ambiental y aumentan la absorción de la energía calorífica del sol. Este fenómeno se conoce como “efecto isla de calor urbano” y, especialmente durante las olas de calor, puede tener graves consecuencias para la salud de personas vulnerables como enfermos crónicos o ancianos. El aire húmedo, que la naturaleza proporciona de forma gratuita, podría producirse artificialmente usando electricidad para evaporar agua, pero se estima que costaría alrededor de 500.000 euros por hectárea. Posibilitar el funcionamiento de la naturaleza en entornos urbanos mediante la creación de IVs como, por ejemplo, parques ricos en biodiversidad, espacios verdes y corredores de aire fresco, puede ayudar a mitigar el efecto de isla de calor urbano.

IV y mitigación y adaptación al cambio climático.

Un ejemplo de los muchos beneficios de restaurar el capital natural es la recuperación ecológica de los bosques inundables. Los bosques de llanuras aluviales que funcionan correctamente pueden brindar muchos beneficios, como filtrar el agua, mantener el nivel freático y prevenir la erosión. Los principales procesos a través de los cuales el bosque interactúa con la precipitación son la interceptación de la precipitación a nivel del follaje, es decir, la capacidad de las copas de los árboles para captar una parte de la precipitación antes de que llegue al suelo, para después dejarla fluir a lo largo de las ramas y tallos, y la absorción o infiltración a nivel del suelo, es decir, la parte de la precipitación que penetra en el suelo. El agua que escapa a la interceptación e infiltración en el suelo es responsable de la erosión y, sobre todo, de las inundaciones.

Por tanto, los bosques y la vegetación de ribera juegan un papel fundamental durante las inundaciones: aumentan la rugosidad del terreno, es decir, la resistencia que encuentra el agua al fluir, protegiendo las riberas de la erosión, ralentizan la velocidad del caudal y atrapan sedimentos y materiales transportados por la corriente.

El bosque también mitiga los efectos del cambio climático al almacenar CO2. En términos de costes únicos y de mantenimiento, la restauración de los bosques de las llanuras aluviales suele ser más barata que las soluciones puramente técnicas (grises), como la construcción de presas y embalses en las llanuras aluviales. Dado que las medidas de restauración de los bosques aluviales también vuelven a conectar el río con la llanura aluvial contigua, aseguran la conectividad de los ecosistemas favoreciendo a especies como la nutria y otras raras de peces y aves.

Infraestructura Verde en el Proyecto LIFE PollinAction

El proyecto Life PollinAction mejora el entorno de las plantas y los polinizadores mediante la creación de una red de hábitats, como pequeños bosques, setos, prados. Todos estos hábitats forman una Infraestructura Verde donde las plantas y los animales pueden interaccionar, encontrar recursos para su supervivencia y refugio.

Devolver la naturaleza a nuestras ciudades y campos no solo les ayuda, sino que también mejora nuestra calidad de vida.

AGRUPAMIENTOS DE ESPECIES ARBUSTIVAS

Los pequeñas agrupamientos de arbustos son hábitats que facilitan la reproduccion y la supervivencia de los polinizadores durante el invierno; estas zonas son muy importantes porque propocionan recursos alimenticios (néctar y polen) a principios de primavera, cuando las demás especies no están todavía en flor.

SETOS

Los setos proporcionan refugio y recursos alimenticios para los polinizadores y permiten que las plantas y los animales se propaguen y se desplacen. También tienen otras funciones importantes: reducen la intensidad del viento, mejoran el clima local, regulan y depuran las aguas residuales y estabilizan las orillas de los canales.

PRADOS RICOS EN ESPECIES

Los prados ricos en especies fueron hábitats frecuentes dentro del paisaje agrícola. La intensificación de la agricultura ha reducido su superficie y ha empobrecido su riqueza específica. Este hábitat es de importancia crítica para los polinizadores. La abundancia y diversidad de flores de diferentes formas, colores y períodos de floración atraen y sustentan una amplia variedad de polinizadores. Se crea así una densa y compleja red de relaciones entre plantas e insectos que garantiza la supervivencia de ambos en el tiempo.

FRANJAS FLORALES

En nuestros paisajes fuertemente transformados, cualquier pequeño espacio, a lo largo de las carreteras, en jardines y parques, al pie de un muro o portón, al borde de campos de cultivo o acequias y canales, puede convertirse en un precioso oasis de naturaleza para las plantas silvestres y los polinizadores. Las especies de los márgenes son, a menudo, las mismas que las de los prados y garantizan recursos y alimento a los polinizadores durante todo su período de actividad.